Durante esta semana se conoció una gran operación empresarial que tendrá repercusiones en la minería de Salta. La empresa de generación eléctrica Central Puerto, de capitales nacionales, empezó a incursionar en el negocio minero a través del proyecto de plata y oro Diablillos. El yacimiento de la Puna salteña está a cargo de la empresa canadiense Abrasilver.
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Durante esta semana se conoció una gran operación empresarial que tendrá repercusiones en la minería de Salta. La empresa de generación eléctrica Central Puerto, de capitales nacionales, empezó a incursionar en el negocio minero a través del proyecto de plata y oro Diablillos. El yacimiento de la Puna salteña está a cargo de la empresa canadiense Abrasilver.
La incorporación de Central Puerto al proyecto se hizo de la mano de otra compañía minera de Canadá, Kinross. Entre las dos invirtieron 20 millones de dólares canadienses (equivalente a unos US$15 millones) para quedarse con el 4% de las acciones cada una.
Tras las incorporación de los nuevos socios, el presidente y director ejecutivo de AbraSilver, John Miniotis, emitió un comunicado para dar la bienvenida a los "importantes accionistas y socios estratégicos"
Resaltó que ahora la minera que dirige "está bien financiada para una estrategia dual para avanzar agresivamente en el proyecto Diablillos hacia una decisión de producción y acelerar nuestros esfuerzos de exploración".
De acuerdo a los últimos estudios que se hicieron en Diablillos, se estimó que una vez puesta en marcha la mina podría gener un promedio anual de 17,9 millones de onzas (moz)de plata equivalente en los primeros cinco años. Esto la situaría "como una de las 10 principales minas de plata primaria del planeta", según afirmaron en Abrasilver.
Esta minera también opera en San Juan el proyecto de exploración de oro y plata La Copita, que tiene un valor de mercado de 220 millones de dólares canadienses (US$ 170 millones). En tanto, el proyecto Diablillos tiene un valor presente neto de alrededor de US$500 millones, en base al último estudio de prefactibilidad. El proyecto podría entrar en producción entre 2027 y 2030 en función del tamaño que finalmente tenga.