El juicio por la muerte de Elva Belinda Palacios, ocurrido en octubre de 2021 en la ciudad fronteriza de la Quiaca, está llegando a su etapa final y con los elementos de pruebas que obran en los expedientes, todo apunta que fue un crimen y los dos hombres que llegaron a estas instancias judiciales imputados, están comprometidos.
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El juicio por la muerte de Elva Belinda Palacios, ocurrido en octubre de 2021 en la ciudad fronteriza de la Quiaca, está llegando a su etapa final y con los elementos de pruebas que obran en los expedientes, todo apunta que fue un crimen y los dos hombres que llegaron a estas instancias judiciales imputados, están comprometidos.
En la jornada de ayer se llevó a cabo la tercera audiencia en el cuarto piso del Palacio de Tribunales, donde declararon seis testigos y se incorporó la declaración en Cámara Gesell de la hija de la víctima fatal, que al momento de los hechos tenía 17 años.
Uno de los imputados, Pedro Alejandro "cañero" Silvestre, mantenía con Palacios una inestable relación sentimental y según los dichos de sus allegados, el hombre era muy celoso y ejercía violencia psicológica y económica sobre la mujer, esto habría sido uno de los motivos por los que la pareja terminase la relación varias veces y volvieran a reconciliarse.
El otro hombre imputado y detenido es Vicente "Chavo" Subelza, amigo de la pareja y quien fue sorprendido en casa de Palacios por su amigo Silvestre.
De acuerdo con el requerimiento de la Fiscalía, la tarde del lunes 11 de octubre de 2021, Palacios, Silvestre, Subelza y otro grupo de personas compartían bebidas alcohólicas en un inmueble conocido por los lugareños como "el bulín", ubicado sobre calle Artesanos Andinos de la ciudad fronteriza.
En un momento determinado, Elva Palacios junto a su amigo "Chavo" Subelza salieron del lugar y se dirigieron a su vivienda.
Allí la mujer discutió con su hija y ésta se fue de su casa dejándole una nota sobre la mesa, en el momento que Palacios y Subelza ingresaban a una vivienda ubicada en el fondo de la casa.
Subelza y Palacios fueron sorprendidos por Pedro Alejandro "Cañero" Silvestre, allí se produjo una pelea y en esas circunstancias los hombres habrían agredido a la mujer en diferentes partes del cuerpo y de la cabeza, golpeándola incluso contra la pared, hasta causarle la muerte.
La requisitoria fiscal además establece que alrededor de las 6.20 llegó un remis a la guardia del hospital "Jorge Uro", de allí desciende Silvestre pidiendo ayuda, alza a Elva Palacios e ingresa al nosocomio.
Los médicos que examinaron a la mujer dijeron que cuando ingresó al hospital, ya carecía de signos vitales, observaron algunos golpes en distintas partes del cuerpo, la cabeza mojada y escrito en su cuerpo diferentes frases, que expresaba odio al género femenino, por lo que de inmediato alertaron a los efectivos de la Seccional 17º de la ciudad de La Quiaca.
El expediente judicial además sostiene que Silvestre, después de dejar a la víctima en el hospital, se habría dirigido hacia el inmueble conocido como "el bulín", donde exhibió a los presentes la zapatilla de la víctima, como una prueba que Elva Palacios estaba muerta, y se retiró de allí para ir a esconder los elementos que lo perjudicaban.
La calificación legal que pesan sobre ellos es "homicidio agravado por el vínculo, por odio de género y de una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género" en grado de coautoría. Si el Tribunal en función de juicio los halla culpables de la muerte de Elva Palacios, podrían ser condenados a la pena de prisión perpetua.