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¿De qué lado de la mecha estás?

Miércoles, 28 de febrero de 2024 21:06

La historia política nos enseña que las sociedades interpretan la realidad simplificándola en palabras que pretenden explicar situaciones complejas; es así, porque el panorama de imprevisibilidades e incertezas necesita de alguna explicación accesible a todos.

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La historia política nos enseña que las sociedades interpretan la realidad simplificándola en palabras que pretenden explicar situaciones complejas; es así, porque el panorama de imprevisibilidades e incertezas necesita de alguna explicación accesible a todos.

Dos de estas palabras son el "clivaje político". Por clivaje debemos entender líneas de ruptura, divisiones profundas y enraizadas en la historia de cada sociedad.

Esta forma de ver el mundo – a partir de los clivajes políticos – nos reduce la complejidad de lo que vivimos en algo sencillo y entendible. Por ejemplo, unitarios y federales, pueblo anti-pueblo, liberación o dependencia, pasando por conservadores y radicales, peronismo y anti-peronismo, menemismo y anti-menemismo, kirchnerismo y anti-kirchnerismo, macrismo y anti-macrismo. Es decir, nos posicionábamos en un lado u otro y nos permitíamos opinar y votar de acuerdo con nuestra adhesión política.

Luego de las elecciones de medio término en la presidencia de Alberto Fernández, esta última dicotomía – macrismo y anti-macrismo – se fue diluyendo, no siendo reemplazada por otra; llegamos a lo que podríamos llamar un clivaje en tránsito que aún no encuentra su línea de ruptura, ya que todo está mezclado: la casta ya no es tal, ni LLA es lo que era.

El sistema político está cambiando para dar respuesta a dos cuestiones: primero, la incompatibilidad gradual entre el sistema político y el régimen económico regional imperante y segundo, la necesidad de creación de una cultura política acorde al imaginario político de una sociedad plural.

Sabemos que la política se inicia en el "ágora" ateniense, se continúa en las plazas, luego en las calles y en la prensa gráfica y desde hace quince años – cuando aparece Twitter – también transcurre en lo virtual, con el soporte de internet y las redes sociales. La opinión política – como las piezas de un rompecabezas – se ordenan por horas, al ritmo de las publicaciones en Twitter o X.

Este cambio del espacio y el tiempo modifica la relación política y promueve los cambios por venir y la construcción de un nuevo clivaje político.

Entonces, ¿cuál es el clivaje político que diferencia el discurso político verdadero del "relato"? ¿qué unifica personerías en derredor de una idea? ¿Qué ordena de un lado y de otro a partidos y alianzas políticas? Vamos hacia el nuevo clivaje, siempre y cuando, las relaciones políticas se construyan con mayorías y minorías nítidas, sustentadas en el dialogo y procedimientos legítimos.

Mientras tanto, hoy estamos como los amigos del café cuando se preguntan: "y vos ¿de qué lado de la mecha estás?" Y no sabemos responder, pero como nos queremos mucho – entre los amigos – seguimos tomando café, desconcertados, sin saber en qué lado estamos.

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